jueves, 29 de mayo de 2014

El tren de los mundos, por Samuel Lara



Cada martes espero en la parada del tren de las ocho, el cual me lleva a distintos mundos. Cada mundo es diferente al anterior. Mundos creados a partir de la vida misma y distintas ideas cuya finalidad es mostrar universos con algunas diferencias entre estos y en el que vivimos.

Mientras estoy sentado en la cómoda butaca del vagón, las ventanas muestran historias increíbles. Ciencia ficción, realidad y fantasía se unen cada martes para revelar los secretos de las mentes de sus creadores.

Cada uno de los pasajeros muestra en forma de paisaje una historia diferente cada semana. Se pueden apreciar las experiencias personales y el interés por algunos sucesos aportando respuestas posibles. En cada viaje, aprendemos puntos de vista diferentes y formas de expresarnos  y elegir modos de escribir nuestras propias historias.

Nuestra imaginación no tiene barreras más que las que nosotros mismos ponemos con nuestro miedo. La historias creadas por nuestra mente crean a su vez nuevos mundos en los que hay cambios, son los frutos de nuestros esfuerzos y talentos creativos.

Al llegar al final del trayecto vuelve a empezar la espera por la creación de esos mundos llenos de personajes y hechos completos de magia creativa.


Los escritos hechos por la inspiración que nos aporta el corazón son el reflejo de nuestra alma.

lunes, 26 de mayo de 2014

Consulta, por María del Carmen Vega


Un día, mi marido y yo fuimos al fisioterapeuta porque él se había partido la espalda con el monopatín de nuestro hijo de 19 años.

Cuando abrimos la puerta nos topamos con un hombre gordo, con mal carácter. Nos preguntó qué nos pasaba y qué hacíamos allí que el ya había terminado su turno. Por eso nos comentó que deberíamos habernos ido, ya que él no iba a trabajar más y que si no nos íbamos iba a llamar a seguridad.

-¡Puto gordo de mierda!- pensé para mí.

Entonces por asombro solté- ¿y no es mejor para usted ya que así le pagarían más?-

-¡No!-gritó.


Al final cuando se calmó la cosa nos atendió.

domingo, 25 de mayo de 2014

Distinto, por Maria del Carmen Vega


Federico-¿Sabes dónde está mi camisa a cuadros?-

Carlos-No, ¿has buscado por el cajón  que hay debajo de tu armario?-

Federico- Si y no aparece-

Carlos-¿Y en la tabla de planchar?-

Federico-También y no está-

Carlos-¿Y en tu armario?-

Federico-Si y no aparece-

Carlos-¿Y en la tabla de planchar?-

Federico-También y no está-

Carlos-¿Y en tu armario?-

(Federico abre el armario y  ve ropa interior de mujer en una esquina)

Federico-¿Qué es esto?-

Carlos-¡Ah eso!, es de mamá se lo dejó ayer aquí enseñándomelas, porque se  había comprado  ropa nueva, y le iba a echar un poco de agua para quitarle el polvo-

Federico- ¡Entonces podría ponérmelas yo!-

Carlos-¡No,no,no!, ¡ni se te ocurra!-

Federico-¡Que si hombre no creo que pase nada!-

Carlos (tirando de su hermano de un brazo)-¡Que no hombre!, tú eres un tío, por muy mujeriego que te creas-


Federico (empujando)- ¡Que si hombre!, ¡déjame!, ¡ay, déjame me estás haciendo daño!



martes, 13 de mayo de 2014

Poemas de María del Mar Quesada


Abuelo

Abuelo,
La biografía de tu vida
En la mía se escribió.

Humildad, sencillez y valentía
Fueron tus regalos

Risas, cariño y respeto
Fueron mi agradecimiento

Años, trabajo y familia
Tu equipaje

Guerra y cárcel
 Tu castigo

Tolerancia y libertad
Mis premios



El silencio

Cuando las palabras no brotan,
las lágrimas participan en la olimpiada de las emociones.

Cuando las lágrimas no hablan,
las palabras buscan la luz al final del túnel.

Cuando ni las lágrimas ni las palabras pueden escapar

Solo queda el silencio que lo dice todo.

Mi poesía cotidiana, por Carmen Gómez Barceló



Poesía es para mí

 Cuando preparas el café antes de irte

 Porque sabes que me gusta.

Cuando no quiebras mi sueño y me arropas si hace frío.

Cuando cuentas cuentos a mis niños.

Cuando dices cosas sin hablar y las entiendo.

Poesía es el color de miel de tu mirada.

Tu risa descarada es poesía.

Y lo que esconde tu camisa…

Lo que esconde tu camisa para mí,

Eso es poesía.

Alegoría de Eterna, por María del Mar Quesada


Había llegado el momento. Tenía que buscar al ser elegido para continuar su misión. Tendría que buscar al humano varón que llenera su cuerpo de vida. 

El ente fue depositado en un lugar nuevo, nunca antes había estado allí.  Era una noche cerrada de invierno, solo tendría tiempo hasta la salida del sol para encontrar al elegido y completar  su ciclo.  Como siempre la única pista sería poder escuchar solamente los pensamientos del designado. Solo ante ese humano sería visible, para el resto de la humanidad sencillamente sería una ráfaga de aire. Aquel lugar, tan poco acogedor, estaba oscuro, unas pocas farolas de luz mortecina alumbraban aquellos locales que servían de almacenes. Fue desplazándose por todas las naves para escuchar atentamente. Nada.

El silencio humano se cernía sobre  el diálogo inútil de las maquinas. Pasaban las horas y seguía sin oír aquel pensamiento que le conduciría hasta su objetivo.

En una calle apareció un coche de policía con las luces encendidas y la sirena enmudecida. Empezó a percibir palabras. Vio que paraba cerca de un almacén de ropa. Había dos policías dentro del coche, prestó atención para averiguar quién sería el dueño de esas palabras. El conductor era un  hombre robusto de unos 50 años, de pelo corto y canoso; su compañero de  unos 40 años, era alto, de pelo y ojos negros, su cara bien dibujada enmarcaba unos ojos tristes y una sonrisa agradable. El más joven salió del coche y sintió una ráfaga de aire helado, encogido por el frío, pensó: “Joder que frío, me apuesto lo que sea a que es una falsa alarma otra vez, a ver si arreglan el sistema de seguridad de una vez”. Angus, era el designado.

Mientras éste se dirigía al interior de la nave, el ente solo tuvo que soplar una brisa fría en la cara del conductor y éste se quedó dormido inmediatamente. Después siguió a Angus dentro de la nave y comenzó su transformación.  Para hacerse visible ante él, tomó forma de mujer. Una mujer de una perfección inexistente en la vida real, con un cuerpo de proporciones exactas, con ojos grandes y verdes, con pelo largo y negro como la noche y una piel como la nieve recién caída. Aquella transformación siempre funcionaba con los humanos varones. Angus se giró y se encontró con una hermosa mujer, cuyo cuerpo desnudo estaba cubierto con una larga túnica transparente. El policía tardó en reaccionar, pero consiguió preguntar:

-       ¿Qué hace usted aquí?
-       Esperándote
-       ¿A mí?...¿por qué?
-       Porque tú eres el elegido.
-       ¿Qué quiere decir? ¿El elegido?¿Para qué? Explíquese, por favor.
-       Has sido el elegido para amarme.

En ese instante, la túnica que llevaba cayó al suelo. En aquel almacén de ropa, Angus creyó estar soñando despierto, tenía delante de sus ojos a la mujer más bella que podría haber imaginado jamás.

Angus, era un hombre emocionalmente  fuerte y estable y se resistía a creer en seres mágicos, pero conforme ella se acercaba, su resistencia y su coherencia se resquebrajaban por segundos. Un pensamiento luchaba por salir a su boca, pero la voz no sonaba:

“No puede ser, no puedo reaccionar. Esto no es real”.

La mujer oyó sus pensamientos y dijo con voz suave:

-       En tu mundo, ¿no es real que un hombre y una mujer se amen?

Cuando escuchó su voz tan cerca, dejó de mirar  la perfección del cuerpo femenino para mirar  los ojos de la mujer.  Ella, entonces, lo besó en los labios con un beso dulce, lleno de vida y calor. Angus  sintió una descarga en todo su cuerpo, pero había sido entrenado para resistir y consiguió apartar su boca. Tomó la cara de ella entre sus manos tiernamente y buscó dentro de aquella mirada verde. Era la primera vez que un humano se dedicaba a mirar sus ojos y no su cuerpo. Era la primera vez que un humano buscaba respuestas y no solo el placer gratuito. Los ojos tristes de él se perdieron en los ojos alegres de ella. Esta vez fue ella quien buscó su mirada y más allá de la tristeza,  vio amor en los ojos de Angus. Decidió que rompería algunas normas, amaría a aquel hombre hasta que saliera el sol.

Se amaron con pasión, con pausas, con prisas, con deseo, con ternura, se amaron sin palabras. Encima de una montaña de ropa sin clasificar, se liberaron de todas las ataduras de mundo real y mágico para entregarse el uno al otro.

Pasadas las horas, a través de una ventana vieron como el sol comenzó a despuntar, ella tenía que irse. La simiente de vida ya estaba dentro de ella. Con un suave beso se despidió de Angus, éste solo tuvo tiempo de suplicar:

-       Dime tu nombre
-       Mi nombre es Eterna.
-       ¿Te veré otra vez?

En ese instante Eterna desapareció para convertirse en una ráfaga de aire frío. Frialdad que Angus sintió en su cuerpo y en su corazón. Temblando y casi sin fuerzas se colocó su uniforme, salió de la nave y cayó al suelo mientras su compañero se despertaba de su sueño.


Eterna había cumplido su cometido, pero había infringido algunas normas, como seguir con él después de la primera consumación. Angus la había mirado a los ojos una y otra vez, y ella se dejó observar.  Hicieron el amor todas las veces que la naturaleza humana les permitió.

Días después, otro nuevo ser se afianzaba dentro de  Eterna. Ella nunca se había preguntado qué ocurría con los elegidos. Pero Angus era una  presencia constante dentro de ella  y  decidió buscarlo para saber de él.  Se saltaría lo establecido otra vez, solo tendría que escuchar las palabras de su pensamiento para reconocerlo.

Salió al mundo de los humanos y pronto percibió las palabras de un hombre agonizante. Aquel hombre era Angus,  su último suspiro y su único pensamiento fue para ella: su amor. Eterna.  


En ese momento, Eterna sintió que había llegado la hora de parir su simiente al mundo. Y entendió el significado de su nombre. El ciclo muerte-vida se cumpliría eternamente, pero si había amor en su misión, Eterna se sentía más viva.

sábado, 3 de mayo de 2014

Lágrimas de obsidiana, por Samuel Lara


Oscura es la mirada
del que vive de mentiras.
Vacía es el alma
de quien no quiere entender.

Corazón negro
nunca puede ser.
La oscuridad de un alma
empieza por la ajena.

La oscuridad de un ser,
es la armadura de obsidiana
de aquel corazón ahogado.

La luz empieza por quien,
a través de una linterna,
pretende conocer el porqué.

Invisible es la oscura razón,
que se hace visible a ojos del afortunado.
Detrás de las lágrimas
se encuentra las más pura vida.

Una sonrisa deja de brillar
cuando la verdad de otros
se interpone en su fulgor.

Un mundo hemos creado

y la humanidad hemos condenado.

Hechizo, por José García


Hurí mora, diosa egipcia, ninfa del pinar
Mientras el sol pudoroso se escondía
Sus rayos en resistente porfía
Dibujaban la silueta de tu cuerpo junto al mar

Tus  protuberancias (de bella simetría) la arena modulaban
El sol sutil como un pincel
Pintaba dorada tu piel
Y las olas, tímidas, tus pies acariciaban

Solo en sueños había arrojado imaginar
Verte así, plena y resuelta, rivalizar
Tú desnuda belleza
Con la madre naturaleza

Susurraba cálido el viento
Ronroneaba acompasada la mar
Chirriaba la arena al pisar

Fascinante y candoroso, a la vez, el momento