Soy la reina. Siento ser
prepotente. Pero lo soy. Os guste o no, soy el objetivo de todas las miradas. Y
tengo reservado el mejor lugar de la casa, no lo dudéis. Desde hace algunos
años ya no soy la única, pero las demás de mi especie también son reinas, a su
manera, para sus devotos.
Como
es propio de una reina emito una intensa luz que mantiene a mis súbditos
atentos a mis deseos. Tengan la edad que
tengan. Supongo que será porque soy un reflejo de ellos mismos. Siempre atrae
mirarse en un espejo ¿no? Sobre todo cuando lo que en él ser refleja es lo
mejor de uno mismo.
Y
desde luego pienso mantenerme en mi trono durante mucho tiempo. Ahora que me
han equiparado a un ordenador, tengo sonido extra Dolby Sorround y soy
tridimensional... ¡a ver quién es la guapa que me baja de aquí!
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