viernes, 20 de diciembre de 2013

El suegro refunfuñón, por Mari Carmen Vega López


Era un día de navidad, un 24 de diciembre de 1993. Estaba Paco y los familiares de su esposa Raquel, de 33 años. Ese día era muy especial porque aparte era el cumpleaños de la hermana de Raquel que se llamaba Jade e iba a cumplir 39 años.

La madre de Raquel que se llamaba Jacinta y tenía 73 años, había estado preparando durante toda la noche la comida, decidiendo el mantel, las servilletas, los platos, las copas y más cosas. El padre de Raquel era muy estúpido. Tenía 76 años, se llamaba Allison y estaba sentado enfrente de Paco.

Entonces llegó la hora de comer. Jacinta sacó un pollo que tenía en el horno hecho desde hace dos horas. Y justo en ese momento se pusieron a comer. Brindaron con coñac y siguieron comiendo. Paco se puso a hacer manitas con Raquel, cosa que al padre no le gustaba y carraspeó con la garganta. Los dos se le quedaron mirando y siguieron comiendo cada uno por su cuenta.

Más tarde llegó el momento de repartir los regalos y sacar la tarta de nata que había hecho su madre para ese día. Todos estaban muy contentos y felices hasta que Raquel sacó el regalo que había comprado ella con Paco.

-¡Felicidades!-soltó Raquel cuando le entregaba el regalo.
-¡Gracias!-dijo Jade.

Entonces de repente el padre se levantó bruscamente y se llevó consigo un periódico enrollado  en la mano y le dijo a Paco que si podía acompañarle un segundo, Paco cedió y cerró la puerta con un portazo.
Allison se acercó a él y lo empujó-¡te crees que porque estés en mi casa te da derecho a pavonearte  y a hacerle guarradas a mi hija!-

-¡Eres un cerdo!-gritó y el periódico que tenía en la manos se estampó contra la cara de Paco.

En ese instante, Paco se levantó  y le agarró fuertemente la camisa y le reventó la nariz con un puñetazo.

-¡Gusano pervertido, ven aquí que te voy a reventar la cara!-gritó Allison.

Raquel  intervino-¡Papá que está pasando aquí!-

El joven se repuso  cogió una silla y se la tiró en la cabeza a Allison.

-¡Ah!, ¡ven aquí desgraciado!-gritó el padre con un mechero encendido en la mano.
-¡Oh, por dios!, ¡llamen a la policía, por favor!-gritó Jade llorando.
-¡Asesino!-gritó Allison.

El joven  mientras sangraba por la nariz salió de la casa con Raquel.


Todo acabó mal: la madre se había desmayado, Jade sufrió un ataque de ansiedad aunque por suerte, ya estaban allí los del 061. La casa quedó destrozada. Por tanto, el padre y el novio pasaron a disposición judicial y de seguido a la cárcel.

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