Sábado 8 de marzo de 2014
¡Ya falta poco para llegar a China! Estamos en el
aeropuerto de Kuala Lumpur, en Malasia.
Llegaremos a Pekín dentro de 6 horas. ¡Llevamos 14 horas viajando! Mamá me ha dicho que si no
duermo, escriba en mi diario. Le he
preguntado a papá en qué tipo de avión vamos, dice que es un Boeing 777-200. Creo
que vamos unas 240 personas. Somos los únicos occidentales en el avión.
Cuando hemos entrado dentro del avión, parecía que estaba en una sala de cine con
alas. Un cine volador ¡qué guay! Los asientos son azules. Hay tres filas, las
de los lados tienen tres asientos y la fila de centro tiene cuatro. Nosotros vamos
en medio, así que no podré mirar por la ventanilla. Papá, mamá, mi hermana Jenny y yo, vamos
juntos, el abuelo está sentado delante de mí. Mi abuelo está muy emocionado, va
a encontrarse con su hermano mayor después de muchos años sin verse. Mi tío-abuelo
Nick se quedó a vivir en China después de la guerra de Vietnam. Se enamoró de
una enfermera china. Me hace gracia, detrás de las cortinas azules han salido las azafatas haciendo esos
gestos que hacen todas las azafatas, parecen mimos. Mi madre dice que las
azafatas deben ser guapas, pero yo por más que las miro no veo donde están las
guapas. Nunca lo he preguntado, pero ¿los chinos verán bien?, yo me pongo los
dedos para achinar los ojos y no veo
bien. Todo está en silencio, ya me había avisado mi madre de lo educados y
silenciosos que son los orientales.... ¡Uy!
Las máscaras de oxígeno se han soltado!
El avión se mueve mucho... la letra me sale fatal...
No sé qué pasa... Mis padres están asustados... no saben qué ocurre. El capitán
está hablando, pero lo hace en chino, no en inglés............
¡MAMA, MAMÁ, MAMÁ!
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