jueves, 13 de marzo de 2014

Réplicas, por Samuel Lara


Desde hace siglos, un vampiro convertido por mi padre era el gobernante de Nueva Orleans, donde a día de hoy las brujas, vampiros y licántropos, viven en paz después de que yo, Nicholas Mikelson, hijo del híbrido original Niklaus Mikelson y una mujer lobo llamada Hayley, derrocara a Marsel, que había sido como un hijo para mi padre.

Ahora, con vente años, mi tío Eliah me ha contado algo de lo que ni él ni nadie pensaba que ocurriría. He viajado con mi familia excepto mi madre a Mistic Falls, un pueblo en el que hace años, las llamadas Réplicas deshicieron la maldición con la que la naturaleza castigó a los primeros inmortales. La historia de Ketsilla y Silas es muy conocida, sin embargo, un tercer ser inmortal fue afectado por la maldición. Cuando me enseñaba el pueblo, fuimos a un bosque en el que había una placa, flores y una foto de la fallecida encima de un tronco.

Era una bruja llamada Bonnie. Al tocar la foto, sentí como si viajara a otro lugar, era una visión del pasado. La vi a ella, y a mí. Llevo en  mi nuevo cuarto todo el día, mi padre y mis tíos Eliah y Rebeca están fuera esperando a que salga. Alguien llama a la puerta, mi madre. Al hablar de mis sentimientos con ella y después con mi padre, me reconforta el que ellos me quieran tanto. Siempre sentí que era diferente, aunque sea un híbrido, mis capacidades son mayores que las de mis padres, mis tíos. Creo que soy un brujo.

He encontrado un hechizo que me ayudará a saber más de mí. Pero no es como me lo imaginaba.

Cada vez que está conmigo mis poderes se hacen mayores, este chico tiene algo que me hace enloquecer. Aunque sienta cosas por los dos, sigue habiendo un claro vencedor. Después de perder parte de mí, tengo que comenzar a practicar de nuevo y Ryder es genial como profesor, pero ni uno de sus típicos besos en la mejilla hace que vuelva a hacer crecer un gran jardín como antes. Sin embargo cada vez que llega mi chico, mi felicidad hace que el descampado sea un jardín lleno de rosas azules, negras, rojas, blancas y de cristal.

Ya están de nuevo aquí, esta vez son más. Un hombre y una mujer que controlan el fuego seguidos de bolas ardientes con caras. Me transformo de nuevo en Cure Rose, aunque de repente sé que no es la forma más correcta de lucha, fuego contra plantas, ¿en serio? Logro esquivar todos los ataques, pero no sé qué hacer. En ese momento Diance, mi nueva compañera hace brillar su cuerpo de cristal rosa. En ese momento cambo a Cure Mirror, siento el poder de la luz y la oscuridad. Las bolas de fuego no son nada comparadas con el poder de mi Diamond no Kagami (espejo de diamantes).

La batalla ha terminado, aunque hay algo en el ambiente, todo se ha congelado, el tiempo no avanza. Las calles están vacías, noto una presencia, alguien de otro mundo y época, es algo diferente a cuando venían mis hijos del futuro.

Al fin veo lo que ocurre, sus ojos rojos pueden ver más que yo, sus colmillos junto a su boca están llenos de sangre, ¿de él? ¿De otros? Su mirada es pura furia, descontrol, pero lo más extraño es que es igual a mí. Es posible que yo no fuera la última réplica.


Sé lo que siente, yo también he tenido mis momentos de depredador. Dice que su nombre es Nicholas.

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