Después de entrar en mi memoria para encontrar algún personaje literario que tuviera
algo que decirme, decidí salir de allí
ya que no encontré ninguno. Hasta yo misma me sorprendí de esta
conclusión. No era posible no encontrar nada…¿Qué estaba pasando?
No se me ocurría nada. Estoy convencida de
que existen personajes literarios de los que se puede escribir, lo que pasa es
que tengo que leer más. Luego decidí recurrir a intentar hablar sobre lo que me
gusta o no me gusta de alguien conocido pues pensaba que sería más fácil, pero
tampoco era capaz de ver todo aquello que me dijera algo bueno o malo de alguna persona. Pensando en
los motivos que pudieran llevarme a esa conclusión creí encontrar la razón por
puro convencimiento.
Con el paso del tiempo he aprendido que son tantas y
tantas las circunstancias que llevan a una persona a ser y comportarse de una
manera u otra, que sería menester leerse varios tratados de antropología, psicología, sociología genética
etc. para poder calificarla sin demasiados errores. Los seres humanos, tenemos
innumerables matices que desconocemos totalmente por lo cual siempre será
sesgada la opinión que tengamos sobre alguno de ellos, .por consiguiente una
vez que tengo claro que es imposible hablar de alguien con plenitud de
conocimiento he decidido hablar nuevamente de lo que me gusta y lo que no me
gusta. Me gusta la verdad , la verdad en todas sus formas, aunque duela, aunque
asuste a pesar de que a veces no te favorezca.
Me gusta la lluvia cuando cae con fuerza mientras se oye a lo lejos el rugir de la tormenta. No creo que pueda existir visión más bella ya sea real o inventada.
No me gusta la enfermedad ni la miseria, ni que mueran los niños. Ver que morían los niños me hizo dejar de creer en Dios.
Como es natural hay millones de cosas que me gustan y otras tantas que me disgustan, pero lo iréis conociendo a su debido tiempo.
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