Yo creí que había sido más afortunado que mis
hermanos.
Éramos una gran familia, pero alguien decidió
segregarnos por colores. Un fatídico día
nos vendieron en lotes de cuatro. En el viaje en aquel vagón de plástico, murió
ROJO asfixiado, y AZUL cayó enfermo. Decidieron que necesitaba entrar en calor
para sobrevivir, y trataban de salvarlo con el tufo de una mesa camilla. Ese
mismo día, viví mi primera experiencia terrorífica. Tuve que ver como AMARILLO
moría atravesado por un cuchillo dentro de una caja de zapatos, mientras se
abría camino la luz y el aire en la tapa. Cuando abrieron la tapa, puede comprobar
cómo un mini-ser de aquellos, liberaba las emociones y la tristeza a través de
lágrimas. AZUL había caído también tras ingerir una bola negra de calor picante.
Yo, VERDE aún seguía vivo.
Mi nuevo hogar fue esta jaula. Era espaciosa. Sentí
que nada malo podía pasar. De vez en cuando me dejaban libre por un suelo
resbaladizo. Era feliz, pero comencé a crecer y crecer, perdí parte de mi
esencia fingida: el color verde. La mayor parte del tiempo estaba en mi jaula,
que cada vez se me hacía más y más pequeña. Hasta que llegó el día que mis
movimientos se limitaron a asegurarme la comida.
Estoy esperando a que se den cuenta, no puedo
moverme. Hace tiempo que no me sacan fuera, sencillamente porque no quepo por
la puerta. Aun así, me mantienen aquí encerrado. Ni siquiera puedo estirarme,
ni cambiar mi posición, siempre mirando hacia el mismo lado, siempre la misma
vista. ¡Quiero salir! ¡Necesito mover mi cuerpo! ¡Necesito comer!
¡Malditos humanos! ¡Cuando se darán cuenta de que no soy un
canario, que mi color natural es el amarillo, no el verde! ¡Cuando se darán
cuenta de que soy un pollo! …
¿Por qué llora el mini-ser? ¿Qué va hacer su madre con
ese cuchillo?
¡Arroz con pollo!
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