lunes, 29 de octubre de 2012

Vaya guasa, por Alfonso González.


    ¿Como se lo ha tomado ella?
    Pues no lo se porque no la veo – Así, con mucha naturalidad y mas gracia, contestaba Paco, el frutero, a muchos de sus clientes sorprendidos por lo que acababan de leer en el toldo de entrada del negocio en el barrio de La Laguna gaditano.
       
  “Frutería mi exmujer y yo”. Escrito con mayúsculas bien grandes en blanco sobre azul. Eso que solo puede pasar en Cádiz; en ese Cádiz antiguo y ancestral donde sus gentes saben reírse de si mismos. Allí y en ese barrio popular y de apretado callejero, un hombre de la tierra pregona su divorcio de esa manera: - ¡Para que no haya duda!

                                                                              ***

  Hacía catorce años que el nuevo negocio de una pareja feliz, Paco y Ana, con un futuro esperanzador, fue bautizado al unísono como “Frutería mi mujer y yo”. Después, como resulta que esta perra vida tuerce las intenciones eternas,  y parece ser que aquello, el matrimonio,  no funcionaba,  pues se divorciaron.
  
       -Mire usted, mucha gente que venía a la frutería me preguntaba con alguna guasa por mi mujer: Oye, que no veo a tu mujer! ¿Está hoy malita..?

   Mi cabreo iba en aumento cuando me decían: -Oye, que me he enterado que…  Y así una y otra vez.  -¿Que me he enterao..?  ¡So sieso!   Hasta que lo decidí a bote pronto. – ¡Ahora si que os vais a enterar de una puñetera vez!
     
  “Cogí la escalera y en la ferretería de enfrente compre un pincel y un bote pequeño de pintura blanca, y de esa manera eché pa fuera mi gran verdad. Pinté un ex delante de mujer, y sin más jaleo conté a tos que me había separao. ¡No veas lo ancho que me quedé..!

         ¡Oye, que no es guasa!

1 comentario:

  1. Muy buena la inspiración, amigo Alfonso... por cierto, era una carnicería, no una frutería ;-)

    http://www.elcomercio.es/rc/20121025/mas-actualidad/sociedad/carnicero-divorciado-sincero-201210251328.html

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