lunes, 5 de noviembre de 2012

Volando con la imaginación, por Matilde López de Garayo.


Año 1902

Hace muchos años que te soy fiel, y me costa que tú también lo has sido durante todo este tiempo. Sin embargo no soy feliz. Mantenemos  una relación unilateral.

Desde tu nacimiento me predestinaron a ser tu compañera. Y empezó mi esclavitud alocada. Lo comprobé cuando aún siendo un bebé saltaste de la cuna. He sido, sumisa, obediente, acatando todos tus deseos, siendo partícipe de todas tus travesuras, y trastadas y tú ignorándome, como si yo no existiera, ¡Pedazo egoísta!, ¿Es qué nunca vas a madurar?

A veces me pregunto si sentirías algún tipo de emoción si yo desapareciera.

Y me pongo a soñar, ¡Eso sí, que imaginación no falta!, ¡Zas! Ya no estoy en tu vida. Ahora, ¿A ver si eres capaz de ser un chaval, de trece años sin mí?, ¡Un chaval no!, Ni tan siquiera un ser vivo, Bueno, no sé si en este caso, vivo es la palabra, pero con mi ausencia no se si te dejarían seguir perteneciendo al mundo de la fantasía ¡No eres nada sin mí!, ¿No te enteras?, Y sin embargo me muero con tu indiferencia.

Ni siquiera soy digna de que escuches mi silencio, ¡Qué lo dice todo!, ¡Qué estoy contigo a tu lado!, ¡Qué nunca te dejaré mientras vivas!, Y sé que vas a vivir muchos años, hasta escribirán obras de teatro con tu historia, saldrás en los libros, y te harán un hueco en el mundo de la psicología.

¡Cómo te explicaría mi descontento!

Cuándo me reúno con otras, ¡Claro! Siempre con tu consentimiento tácito, ¡Tuyo!, Y de los niños que te rodean, me siento un poco más integrada. Interactuó con las demás y hasta soy un poco feliz. Pero no sé por qué, de pronto me pierdo como los nenes que te acompañan, y vuelvo a encontrarme sola, andando detrás, seguidamente al lado y después delante de ti, y vuelta a empezar, detrás, al lado, delante, cuando regresamos por el camino iluminado por antorchas,


A veces tan rápido, que - porque no soy un pájaro- si no pensaría que estoy volando. En ocasiones creo que me estoy volviendo loca, como cuando aparecen a tu alrededor otras iguales a mí, y me veo repetida sin saber cual soy, si la larga, la baja o la deformada. Todas nosotras rodeándote.

 Ya me he acostumbrado a esos brotes de locura y pienso que los provocas tú,  cuando saltas la  hoguera que encienden tus amigos los indios, El que no me asombre de lo infantil que eres no implica que sea una falta de sensatez por tu parte. PERO  no voy  a asumir el papel de conciencia, que ya se lo adjudicaron a otro memo como yo allí en Italia.

Y no voy a entrar en los detalle de tus tediosas peleas con bucaneros, tus encuentros con sirenas, y los constantes ataques de celos de la chiquilla alada que te crió.

Estoy cansada, ¡Qué hastío!, Mi existencia es de tonos grises y negra igual que mi vestimenta. Mis días son tan planos como yo. Siempre segundona y casi invisible.

Quiero sentirme libre sin deslizarme como una serpiente por el suelo, sin trepar a los árboles. Sin saltar de rama en rama. Me rozo  por las paredes de las chozas  buscando un pasadizo secreto que me haga escapar de ti.

Planifico mi huída, ¡No te aguanto más!, Concentraré todas mis energías para irme de esta isla.

Hoy me he despertado sin las cadenas que me aprisionaban. Mis pies son libres, y me levanto del nido de hojas verdes que comparto contigo desde antaño. Despacito me alejo y no por el ruido, ¡Qué no hago!, Si no porque no vayas a echar de menos la negrura de tu silueta.

 Ya voy por el camino, salto, corro,  y por primera vez doy vueltas alrededor de mi eje y no del tuyo.

 ¡Vuelo!, Y como un rayo traspaso las nubes y me alejo de esta tierra, ¡Por fin soy yo!  ¡No volveré  a esta isla de absurda locura!

Aunque me cosan a ti no regresaré  al País de Nunca Jamás!

¡Ay!   Peter Pan, esta noche  ¡Te has quedado sin SOMBRA!

1 comentario:

  1. Todo lo que supone una depaqendencia de tí, aunque al principio puede hasta que te guste porque refuerza tu ego, al final es una losa. Más
    cuando tú eres la sombra y además no valoran tu misión, mejor será que te vayas. A lo mejor incluso te echan de menos.

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